Comunicado del Partido Comunista en Ciudad Real por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Desde el PCE de Ciudad Real hacemos un llamamiento a participar en las movilizaciones convocadas este 8 de marzo, concretamente a la concentración convocada por CCOO en la Plaza de la Constitución a las 11:00 horas y también a la convocada por la Asamblea de Mujeres Feministas de Ciudad Real en la Plaza Mayor a las 20:00 horas.

Como todos los 8 de Marzo, las trabajadoras nos movilizamos en las calles contra el capitalismo y el patriarcado junto a nuestros compañeros de clase obrera. No obstante, esta jornada de lucha no fue elegida por casualidad, varios sucesos se dieron antes de que el 8 de marzo fuera conocido internacionalmente como “Día de la Mujer Trabajadora”, pese a que se haya intentado suprimir esta última palabra para que solo sea el “Día de la Mujer”, no debemos olvidar que este es nuestro día gracias a la lucha de muchas mujeres obreras.

En 1910, durante la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrado en Copenhague, se establece el “Día Internacional de la Mujer” o “Día de la Mujer Trabajadora” a propuesta de la líder comunista alemana Clara Zetkin, por entonces la secretaria Internacional de la Mujer de la Internacional Socialista de Mujeres. En dicha conferencia se decidió celebrar el primer Día Internacional de la Mujer el 19 de marzo de 1911.

A partir de ese momento aparecen las primeras manifestaciones multitudinarias que se sucedieron en Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca de manera pionera en 1911. Pero justamente en ese año tuvo lugar una catástrofe: el fuego arrasa con la fábrica textil “Triangle Shirtwait”, en la que mueren la mayoría de las trabajadoras en el epicentro del fuego al ser encerradas por los propios propietarios que querían evitar que las propias trabajadoras robasen la fábrica. Otras tantas trabajadoras mueren al precipitarse desde las ventanas al intentar huir del incendio. Esta tragedia fue la semilla precursora de la que nacería el Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles. Las telas que ardieron esa noche eran moradas, el humo que salía cubrió de morado el cielo de Chicago. A raíz de todos estos acontecimientos esta jornada de lucha comienza a celebrarse en cada vez más países: en 1912 se sumaban Francia, Países Bajos y Suecia; y en 1913 se une Rusia.

En 1914, las manifestaciones toman un carácter pacifista ante la amenaza de guerra inminente en Europa. Durante la conflagración bélica tuvo lugar un proceso de concienciación de las mujeres nunca visto debido a las condiciones miserables que impuso la guerra a la mayoría trabajadora. Muchas mujeres decidieron no resignarse y se sumaron a la lucha. Un buen ejemplo de ello fue el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas que se celebró en la ciudad de Berna (1915), donde participaron las importantes dirigentes comunistas como Krupskaia e Inessa Armand.

En los años siguientes corrió como la pólvora el fantasma de la revolución socialista por toda Europa; y en consecuencia, los gobiernos de los países capitalistas europeos desencadenaron una dura represión contra las socialistas así como también contra los numerosos motines militares e insurrecciones populares en favor de la paz. No obstante, el acontecimiento más importante estaba por llegar, la revolución socialista se fraguaba en Rusia y el pistoletazo de salida lo dieron las mujeres trabajadoras. En la ciudad de San Petersburgo, concretamente el 8 de marzo de 1917, se inició una huelga de obreras textiles que desencadenó una serie de movilizaciones obreras masivas que culminaron primero en la revolución de febrero, que derrocó al Zar Nicolás II, y que meses más tarde culminaron con el triunfo de la Revolución Socialista de Octubre y -tras una larga guerra civil- en la constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922, el primer Estado Obrero el mundo. Tampoco podemos olvidar a Alexandra Kollontai que fue la primera mujer de la historia en estar al frente de un ministerio en el gobierno de una nación (URSS), concretamente fue elegida Comisaria del Pueblo para la Seguridad Social de Rusia en 1917, cargo que mantuvo un año.

Desde ese momento el 8M comenzó a celebrarse en la URSS, y más adelante en el resto de países que emprendieron la construcción socialista, pero no fue hasta 1977 que sería proclamado Día de los Derechos de la mujer y la paz internacional por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ese mismo año, España fue testigo de la primera concentración autorizada con motivo del 8M, donde las mujeres reivindicaban la necesidad de la educación sexual, la legalización de la venta de anticonceptivos y la despenalización del aborto.

Tras abordar el motivo de que este día sea el elegido, queremos hacer una pequeña recopilación de camaradas femeninas que en nuestro país –y en nuestra provincia concretamente- jugaron un importante papel en la historia de la lucha de clases y el feminismo. Entre éstas podemos destacar a Dolores Ibárruri, conocida como “Pasionaria”, que fue diputada en las elecciones de febrero de 1936, y que volvería a ser reelegida tras el fin de la dictadura franquista, además Dolores fue elegida secretaria general del PCE en 1942 (primera mujer en ostentar el liderazgo de un partido político en España); también podemos destacar a Juana Doña Jiménez, que fue una dirigente comunista, feminista, sindicalista y escritora española. También en nuestra provincia hemos tenido importantes dirigentes obreras y feministas como Blasa Jiménez, maestra que enseñó a leer y escribir a muchos analfabetos del pueblo, y que llegó a ser concejala y luego alcaldesa comunista de Alhambra durante la guerra civil (primera alcaldesa rural de la provincia); tras la guerra fue encarcelada y torturada hasta su muerte a finales de 1940. También destaca Elena Tortajada Marín, maestra de profesión y militante comunista, que ingresó en prisión tras la guerra -con solo 28 años-junto a su hijo de 3 meses y que luego fue condenada a muerte en Ciudad Real por garrote vil (fue la primera mujer ejecutada por este medio en España). Tampoco nos olvidamos de mujeres trabajadoras como Conrada Serrano, concejala comunista del municipio de La Solana (primera mujer concejal en toda la historia de la provincia); ni de la veterana comunista Hipólita García que tras la guerra civil pasó 12 años presa, siendo separada de su hijo pequeño, el cual con el regreso de la democracia sería elegido concejal de IU en Navas de Estena.

Gracias a la lucha incesante de estas y otras grandes mujeres hemos conseguido muchos derechos que tenemos que seguir ampliando y defendiendo de aquellos que quieren arrebatárnoslos a la más mínima ocasión. Es cierto que en los últimos años se han conseguido importantes avances en la igualdad entre hombres y mujeres, pero el patriarcado es consustancial a la sociedad de clases y éste sigue perviviendo sólo que con diferentes formas y conceptos ideológicos. Por este motivo, hacemos un llamamiento a la unidad del movimiento feminista y de todas las mujeres trabajadoras para luchar por nuestra emancipación como mujeres trabajadoras que somos.

Así mismo, queremos recordar a todas nuestras compañeras que desafortunadamente han sido asesinadas a manos del machismo, en especial a aquellas que nos son más cercanas por ser de nuestra tierra. No os olvidamos compañeras, por vosotras continuaremos luchando contra el patriarcado con más fuerza.

Actualmente la lucha de la mujer trabajadora continúa. Un claro ejemplo es la actual guerra que llevan a cabo las trabajadoras de la limpieza y servicio a domicilio, cuidadoras y otros servicios desde 2018; trabajos y servicios esenciales no solo durante la pandemia que continúan siendo ignorados por parte de la patronal. Por ello, es primordial unirnos las trabajadoras y feministas para apoyar a nuestras compañeras a obtener los derechos que toda trabajadora de urbe y rural (especialmente explotadas) se merece. Por tanto, para avanzar hacia el fin del patriarcado que nos oprime y lograr así nuestra emancipación como trabajadoras y mujeres, es necesario tomar el poder político como clase obrera organizada en su destacamento de vanguardia, el Partido Comunista, con el objetivo de superar el capitalismo, y construir una nueva sociedad -sin sometimiento de la mujer hacia el hombre- que ponga en el centro los intereses de la mayoría social trabajadora: el Socialismo.

Por todo ello reivindicamos lo siguiente:

• Socialización de los medios de producción así como del trabajo doméstico.

• Abolición de la prostitución y la trata de personas.

• Prohibición de los vientres de alquiler.

• Desarrollo de políticas para combatir la violencia sexual y de género.

• Aborto libre y gratuito con todas las garantías sanitarias.

• Supresión de la brecha salarial y elevación del SMI.

• Combatir el aumento de la carestía de vida mediante la regulación de precios de los productos de primera necesidad, la vivienda y los servicios básicos.

• Conciliación laboral con la vida personal y familiar a través de la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y del desarrollo de los permisos de maternidad-paternidad así como también su equiparación.

• Combatir la precariedad laboral mediante la abolición de las reformas laborales regresivas y la supresión de las Empresas de Trabajo Temporal.

• Establecimiento de un Nuevo Estatuto de los Trabajadores y fortalecimiento de la negociación colectiva.

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